Cómo negociar tu sueldo

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Cuando conseguiste tu último trabajo, ¿aceptaste el sueldo que te ofrecieron? ¿O negociaste para que te lo subieran? Si no negociaste, no eres el único. En una encuesta de 2018 para trabajadores estadounidenses realizada por la empresa de dotación de personal Robert Half, más del 60 % respondieron que no presionaron para obtener un sueldo más alto en su último trabajo.

Pedir más dinero puede resultar estresante. Puede ser igualmente aterrador pedir un aumento de sueldo en un trabajo que ya tienes. No obstante, hay formas de que resulte más fácil y de aumentar las posibilidades de éxito.

 

Entérate de lo que les pagan a tus colegas

 

En algunos lugares de trabajo es tabú mencionar el tema del sueldo. Puede considerarse inapropiado hablar del sueldo con los compañeros de trabajo, especialmente con colegas que realizan trabajos similares. Algunas personas incluso están convencidas de que es ilegal.

Aquí tienes un consejo: no lo es.

De hecho, decir el sueldo que cobras está protegido por ley. Algunos países europeos como Alemania incluso tienen leyes que permiten a los empleados saber cuál es la brecha salarial de género para un puesto específico.

Saber lo que ganan tus compañeros es el primer paso para negociar un sueldo o un aumento. Así sabes si te pagan mal o no, y puedes exigir algo que sabes que la empresa ya está dando a otras personas.

 

No uses un intervalo de cifras

 

Es posible que tengas en mente un intervalo de cifras cuando te pregunten cuáles son tus expectativas salariales, pero es mejor nombrar una sola cifra, idealmente la más elevada del intervalo. La empresa negociará contigo a la baja y, si proporcionas un intervalo, tratará de negociar por debajo de la cifra más baja en lugar de la más alta. Date la mayor oportunidad posible de conseguir un sueldo que te satisfaga poniendo el listón alto y dejando que la empresa lo baje.

 

Programa tus demandas

 

Hablamos en concreto de los aumentos de sueldo. Es recomendable que mantengas una conversación con tu jefe antes de tu evaluación de rendimiento. La mayoría de las empresas deciden la retribución antes de la evaluación, lo que significa que no tienes la oportunidad de negociar durante la evaluación en sí.

Así que busca un buen momento en las semanas o meses previos a la evaluación. Es buena idea sincronizarlo con la finalización exitosa de un proyecto, para poder presentarte de la mejor manera posible. Recuérdale a tu jefe los retos que acabas de lograr y dile que esperas que ese esfuerzo se refleje en tu nueva retribución cuando llegue el momento de la evaluación.

Programa tu reunión después del almuerzo

 

Se trata de un poco de psicología popular. Un estudio de 2011 concluyó que los jueces casi nunca otorgan libertad condicional a los reclusos justo antes del almuerzo, mientras que después del almuerzo los números vuelven a subir. La explicación probable fue que tomar una decisión sobre la libertad condicional, como cualquier otra decisión, requiere esfuerzo. Resulta más fácil denegar lo que se pide, y eso es más probable que suceda cuando la energía del juez se agota, como ocurre justo antes del almuerzo.

Algo similar podría pasar con tu negociación salarial. Si tu jefe espera salir a almorzar y tú vienes pidiendo un aumento, es posible que te diga que no solo para terminar la conversación y poder comer. Sin embargo, si se lo pides inmediatamente después, es posible que tenga más tiempo para escucharte.