¿Qué es una burbuja de mercado?

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 «Burbuja» es uno de esos términos que asusta a los nuevos inversores potenciales. El temor de que si inviertes ahora mismo podrías perderlo todo, ya que los mercados de valores están destinados a desplomarse cualquier día. Si bien es un miedo racional, especialmente en estos tiempos, también podría impedirte obtener beneficios.

Así que echemos un vistazo a las burbujas de mercado, y, todavía más importante, averigüemos si estamos en una ahora mismo. 

Definición de burbuja 

En términos simples, una burbuja de mercado es exactamente lo que estás imaginando. Se produce cuando un segmento determinado de un mercado —ya sean las acciones de una empresa, o algo tan grande como todo el mercado de la vivienda de EE. UU. o incluso todo el mercado de valores en sí— aumenta a una velocidad anómala. Imagina una pompa de jabón: primero crece hasta el tamaño de un puño, luego de la cabeza, y luego se hace aún más grande. Al final, explotará.

Cuando eso le sucede a una acción o a un mercado, el precio se desploma, y muchas personas que habían comprado justo antes pierden mucho dinero, y en ocasiones todo. Cabe recordar que la causa del aumento suele ser un factor externo.  A menudo, ese factor es la gente que especula que un aumento reciente se continuará produciendo. Si sigue especulando, el precio de la acción o el mercado se divorciará de los fundamentos, lo que significa que el precio de la acción no guardará relación con la salud financiera de la empresa. 

Veamos un ejemplo divertido para explicarlo: en 1637 se disparó el precio de los tulipanes en las Provincias Unidas de los Países Bajos. Hacía poco, el país había introducido un mercado de futuros para los bulbos de tulipán. Un contrato de futuros te daba derecho a comprar un bulbo de tulipán a un precio fijo en algún momento del futuro. Si para entonces el precio de los tulipanes subiera, podrías conseguir un gran trato, o vender tu contrato a alguien por un precio ligeramente inferior al del mercado y obtener un gran beneficio.

Esto produjo una manía especulativa y, pronto, la gente empezó a comprar y vender los contratos sin haber siquiera sostenido nunca un tulipán en la mano. Algunos relatos históricos afirman que, en el apogeo de la locura, con un solo bulbo podían comprarse 12 hectáreas de tierra. No obstante, en febrero de 1637 todo se derrumbó y el precio de los tulipanes se hundió. La gente ganó y perdió fortunas de la noche a la mañana. 

La historia exacta de la crisis de los tulipanes se ha sepultado en el tiempo, pero presenta todos los signos de una burbuja: una rápida subida del precio divorciada del valor, seguida de un derrumbe acelerado.  Por lo general, se trata de una buena regla que tener en cuenta, aunque algunas burbujas puedan ser más lentas. 

¿Estamos en una burbuja? 

Echemos un vistazo al estado del mercado de valores ahora mismo. El índice S&P500, un indicador de la salud del mercado de valores en general, ha registrado un estupendo año 2020, a pesar de la pandemia mundial y el desempleo sin precedentes. A 16 de diciembre de 2020, había subido casi un 13 % durante el año.

Algunos han empezado a hacer sonar la alarma: un mercado en rápido crecimiento en un momento en el que las empresas están cerrando y la economía se encuentra en peor forma de lo que ha estado en décadas no puede ser una buena señal. Han surgido dudas sobre si el precio de las acciones en general se está divorciando de sus fundamentos.

Una de las medidas que utilizan los analistas es la denominada ratio precio-ganancias, que toma el precio del mercado y lo divide por los beneficios de las empresas, por acción, para obtener una imagen aproximada de la relación entre el precio de las acciones y la salud financiera subyacente de las empresas. Para el mercado de valores en su conjunto, se utiliza una variante denominada ratio precio/ganancias ajustada cíclicamente, y luego se invierte, de modo que cuanto más baja sea, más probable es que se forme una burbuja. 

Y esa métrica está haciendo sonar la alarma, ya que está en mínimos históricos. Las únicas veces que se registró una más baja fue en 1929, justo antes de la Gran Depresión, y en 1999-2000, justo antes de que estallara la gran burbuja de las punto-com.

Sin embargo, algunos argumentan que hay otras fuerzas en juego en este momento. Para empezar, los tipos de interés están en mínimos históricos, o incluso son negativos. Otro factor es que un puñado de gigantes de la tecnología: —Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google— tienen mucho más poder sobre los movimientos de los mercados de valores del que jamás han tenido las empresas. Para algunos, esto basta para concluir que no estamos en una burbuja, sino en una nueva era. 

Desafortunadamente, no hay una respuesta definitiva a la pregunta de si los mercados están en una burbuja en este momento. Las burbujas solo se diagnostican definitivamente después de haberse producido, y muchos intentos de predecirlas han fracasado hasta ahora. 

Al final, tu apetito de riesgo dictará si inviertes y cómo lo haces. Si inviertes, corres el riesgo de perder una gran parte de ese dinero. Pero si no lo haces, también corres el riesgo de perder una cantidad potencialmente mayor de beneficios. La decisión final depende de ti.